"El viaje sólo es el viaje hacia el interior"
Rilke

martes, 8 de noviembre de 2011


¡Vainas de pimienta!
Añádeles alas
y serán libélulas.

                         Bashô

lunes, 19 de septiembre de 2011

La estrella de mar


Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; en una enorme playa virgen donde tenía una casita y donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era una niña que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
El hombre le preguntó a la niña qué estaba haciendo. Esta le contestó:
– “Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán”.
Dijo entonces el escritor:
-” Pero esto que haces no tiene sentido, primero, es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas”.
La niña miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó ” para ésta… sí tiene sentido”.
El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con la niña y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó a la niña y la ayudó a salvar estrellas…las estrellas de mar.  

Cuento sufí

domingo, 24 de julio de 2011

El amenazado


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
                                            Jorge Luis Borges

miércoles, 6 de julio de 2011

La aureola azul


En la roca de esmeraldas que imagina,
el anciano defiende su aureola.
Con diecisiete años, le dijo que era azul
una mujer del norte
y le advirtió que nunca la perdiera.

Vendrán las nubes que ensombrecen
las buenas intenciones
y formas de pensar como naufragios.
Te dejarás caer por levantarte,
te ocultarás por miedo.
El viento dispondrá tus verdaderos gestos
y el paso de los otros tu destino.

No serás lo que creías,
tu rostro mostrará las simas de tu alma,
traducirás tu ruina,
enfangarás tus sueños con tus dudas.
Pero nunca descuides la aureola,
no dejes que se extinga
ni cuentes que fue azul en un poema.

                               Leopoldo Alas Minguez

domingo, 3 de julio de 2011

COMO TÚ


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera... 

                                      León Felipe

martes, 14 de junio de 2011



En lo más hondo del bosque,
el pájaro carpintero
y el sonido del hacha.
                               Yosa Buson

sábado, 4 de junio de 2011

SOÑAR CONTIGO




Dejame esta noche soñar contigo,
dejame imaginarme en tus labios los míos,
dejame que te me crea que te vuelvo loca,
dejame que yo sea quien te quite la ropa,

Dejame que mis manos rocen las tuyas,
dejame que te tome por la cintura,
dejame que te espere aunque no vuelvas,
dejame que te deje tenerme pena.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.
Que bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,
que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía.

Dejame presumir de ti un poquito,
que mi piel sea el forro de tu vestido,
dejame que te coma solo con los ojos,
con lo que me provocas, yo me conformo.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía,
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.
Que bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,
que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía

Dejame esta noche ... SOÑAR CONTIGO.

miércoles, 1 de junio de 2011




 Cada mañana
¿Donde va pensativa
la primavera? 
                                 Yosa Buson

jueves, 19 de mayo de 2011

Deriva




 
Me desangré hacia el río aquella tarde
 
por calles y barrancas,
 
entre rosadas copas
 
- sueños adolescentes de la tierra -
 
y resplandor fragante de aromitos.
 
Descendí
 
hacia los brillos del agua,

diluyéndome

en las lilas nieblas lejanas
 
sobre las islas distantes.
 
No te dije nada.
 
Nunca sabrás
 
qué puertas se cerraron
 
con sigilo. 
                                             Aurora Bianchi

jueves, 24 de marzo de 2011



Tú no te irás, mi amor, y si te fueras,
aún yéndote, mi amor, jamás te irías
                                         Rafael Alberti

martes, 22 de marzo de 2011

LOS AMIGOS



En el tabaco, en el café, en el vino,
al borde de la noche se levantan
como esas voces que a lo lejos cantan
sin que se sepa qué, por el camino.

Livianamente hermanos del destino,
dióscuros, sombras pálidas, me espantan
las moscas de los hábitos, me aguantan
que siga a flote entre tanto remolino.

Los muertos hablan más pero al oído,
y los vivos son mano tibia y techo,
suma de lo ganado y lo perdido.

Así un día en la barca de la sombra,
de tanta ausencia abrigará mi pecho
esta antigua ternura que los nombra.

                                  Julio Cortázar

Cierra los ojos y mira


Cuando no veas más,
porque ya lo has visto todo
Intenta abrir los ojos al mirar
                                                          Desconocido

jueves, 17 de marzo de 2011

Haiku



Lágrima prima
que roza la piel
para limpiar la duda 
                           G.A.