lunes, 12 de abril de 2010
LA PANTERA
En el Jardin des Plantes de Paris
Sus ojos están tan cansados
de ver pasar los barrotes, que ya nada retienen.
Le parece que hubiera mil barrotes
y tras los mil barrotes ya no hubiera mundo.
El blando andar de sus pies fuertes y elásticos,
que van trazando un círculo minúsculo,
es como una danza de fuerza en torno a un centro
en el que una gran voluntad se alza embotada.
Sólo a veces el telón de las pupilas
se levanta en silencio. Y entra una imagen,
cruza la tensa calma de sus miembros
y al llegar al corazón deja de ser.
Rainer Maria Rilke
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