"El viaje sólo es el viaje hacia el interior"
Rilke

miércoles, 9 de octubre de 2013

¿Qué me traes hoy amor?





 ¿Qué me traes hoy amor? La inquietud baila con mi respiración mientras me voy acercando a ti, desnudo. 


¿Qué me traes hoy amor?  Dejo que tu perfume me acaricie, respiro hondo; sabría que eres tú con los ojos cerrados. A solas, me arrodillo en tu regazo y me abrazas, y lleno de gratitud, me hago la ilusión de que me perteneces un poquito. 


¿Qué me traes hoy amor? Y juego contigo y juegas conmigo esperando que el alba despunte, y me sumerjo dentro de ti una y otra vez como si quisiera quedarme ahí para siempre. 


Pero no es para siempre, lo sé, y ahora he de irme. Y mientras me visto intento adivinar qué me has traído hoy. Miro de reojo para que no me veas, y que no se note que lo estoy deseando. 


Te acaricio por última vez y me alejo con el eco de tu adiós acolchado. Y me alejo, y busco mi regalo. 
¿Qué me has traído hoy amor?                                                                                                                                                                                       G.A.

miércoles, 24 de julio de 2013

¿ASÍ QUE QUIERES SER ESCRITOR?

 

Si no te sale ardiendo de dentro,
a pesar de todo,
no lo hagas.
A no ser que salga espontáneamente de tu corazón
y de tu mente y de tu boca
y de tus tripas,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte durante horas
con la mirada fija en la pantalla del ordenador
ó clavado en tu máquina de escribir
buscando las palabras,
no lo hagas.
Si lo haces por dinero o fama,
no lo hagas.
Si lo haces porque quieres mujeres en tu cama,
no lo hagas.
Si tienes que sentarte
y reescribirlo una y otra vez,
no lo hagas.
Si te cansa sólo pensar en hacerlo,
no lo hagas.
Si estás intentando escribir
como cualquier otro, olvídalo.

Si tienes que esperar a que salga rugiendo de ti,
espera pacientemente.
Si nunca sale rugiendo de ti, haz otra cosa.

Si primero tienes que leerlo a tu esposa
ó a tu novia ó a tu novio
ó a tus padres ó a cualquiera,
no estás preparado.

No seas como tantos escritores,
no seas como tantos miles de
personas que se llaman a sí mismos escritores,
no seas soso y aburrido y pretencioso,
no te consumas en tu amor propio.
Las bibliotecas del mundo
bostezan hasta dormirse
con esa gente.
No seas uno de ellos.
No lo hagas.
A no ser que salga de tu alma
como un cohete,
a no ser que quedarte quieto
pudiera llevarte a la locura,
al suicidio o al asesinato,
no lo hagas.
A no ser que el sol dentro de ti
esté quemando tus tripas, no lo hagas.
Cuando sea verdaderamente el momento,
y si has sido elegido,
sucederá por sí solo y
seguirá sucediendo hasta que mueras
ó hasta que muera en ti.
No hay otro camino.
Y nunca lo hubo. 


                                                  Charles Bukowski


Gracias... Gr@che

domingo, 26 de mayo de 2013

martes, 23 de abril de 2013

UTOPÍA




La utopía está en el horizonte. 
Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos,
avanzo diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. 
¿Entonces para que sirve la utopía? 
Para eso sirve... para caminar. 
                                                                  Eduardo Galeano

Amanece la vida
siembra y simiente
todos los días
                    G.A.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Un leve instante
se retrasa sobre las flores
el claro de luna 

                             Bashö

martes, 8 de enero de 2013


Como las olas
la vida mece el alma
del navegante
                        G.A.

martes, 23 de octubre de 2012

El Barrio


El barrio sigue siendo el barrio. Hay algo indescifrable en el aire que te abraza cuandos estás allí. El aroma de los plátanos se mezcla con su sombra al atardecer dejando que el sol haga pequeños guiños a los paseantes. Porque en el barrio se pasea... no sé porqué, es la costumbre. Se pasea por la fronda y por las calles, y porque sí, lentamente, disfrutandolo, como el eterno compañero que es.                                                                                                                                                                                                           G.A.

martes, 4 de septiembre de 2012

Invictus



"Más allá de la noche que me cubre,
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma inconquistable.

En las azarosas garras de las circunstancias

nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.

Más allá de este lugar de cólera y lágrimas

donde yace el Horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.

No importa cuán estrecho sea el portal,

cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino: 

soy el capitán de mi alma."


                                                William Ernest Henley

jueves, 30 de agosto de 2012

La Taza de Té




 “Nan-in era un Maestro Zen japonés de la era Meiji admirado por su prudencia y por su sencillez. Muchos  jóvenes acudían a visitar al Maestro a su jardín. Esto intrigó a un prestigioso profesor universitario, y decidió ir a visitarlo.
El profesor se hizo anunciar con antelación, haciendo saber que no disponía de mucho tiempo, pues tenía que regresar a sus importantes tareas en la universidad.
Al llegar, saludó al Maestro y, sin más preámbulos, le preguntó por el camino del Zen. Nan-in le ofreció una taza de té y se la sirvió con toda la calma del mundo. Cuando la taza del profesor ya estaba llena, el Maestro siguió vertiéndo el té. Cuando el profesor vio que el té se derramaba exclamó:
- ¿Pero no se da cuenta de que está completamente llena? ¡Ya no cabe ni una gota más!
- Al igual que esta taza, – respondió Nan-in con una amable sonrisa -, usted está lleno de sus opiniones. ¿Cómo podría mostrarle lo que es el camino del Zen si primero no vacía su taza?
Furioso, el profesor se levantó. Y con una mera inclinación de cabeza se despidió sin decir palabra. Mientras el Maestro limpiaba el té desparramado, un joven se acercó para ayudarle.
- Maestro, ¡cuánta suficiencia! Qué difícil debe ser para los letrados comprender la sencillez del Zen.
- No menos que para muchos jóvenes que llegan cargados de ambición y no se han esforzado por cultivar las disciplinas del estudio. Al menos, los estudiosos ya han hecho una parte del camino y tienen algo de lo que desprenderse.

miércoles, 2 de mayo de 2012


A chaque souffle
le papillon se déplace
sur le saule
                          Bashô

domingo, 11 de marzo de 2012



Aire de marzo
sol de primavera
aprendiendo a amar

martes, 8 de noviembre de 2011


¡Vainas de pimienta!
Añádeles alas
y serán libélulas.

                         Bashô

lunes, 19 de septiembre de 2011

La estrella de mar


Había una vez un escritor que vivía a orillas del mar; en una enorme playa virgen donde tenía una casita y donde pasaba temporadas escribiendo y buscando inspiración para su libro. Era un hombre inteligente y culto y con sensibilidad acerca de las cosas importantes de la vida.
Una mañana mientras paseaba a orillas del océano vio a lo lejos una figura que se movía de manera extraña como si estuviera bailando. Al acercarse vio que era una niña que se dedicaba a coger estrellas de mar de la orilla y lanzarlas otra vez al mar.
El hombre le preguntó a la niña qué estaba haciendo. Esta le contestó:
– “Recojo las estrellas de mar que han quedado varadas y las devuelvo al mar; la marea ha bajado demasiado y muchas morirán”.
Dijo entonces el escritor:
-” Pero esto que haces no tiene sentido, primero, es su destino, morirán y serán alimento para otros animales y además hay miles de estrellas en esta playa, nunca tendrás tiempo de salvarlas a todas”.
La niña miró fijamente al escritor, cogió una estrella de mar de la arena, la lanzó con fuerza por encima de las olas y exclamó ” para ésta… sí tiene sentido”.
El escritor se marchó un tanto desconcertado, no podía explicarse una conducta así. Esa tarde no tuvo inspiración para escribir y en la noche no durmió bien, soñaba con la niña y las estrellas de mar por encima de las olas.
A la mañana siguiente corrió a la playa, buscó a la niña y la ayudó a salvar estrellas…las estrellas de mar.  

Cuento sufí

domingo, 24 de julio de 2011

El amenazado


Es el amor. Tendré que ocultarme o que huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado, pero como siempre es la única.
¿De qué me servirán mis talismanes: el ejercicio de las letras,
la vaga erudición, el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad, las galerías de la biblioteca, las cosas comunes,
los hábitos, el joven amor de mi madre, la sombra militar de mis muertos, la noche intemporal, el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente, ya el hombre se
levanta a la voz del ave, ya se han oscurecido los que miran por las ventanas, pero la sombra no ha traído la paz.
Es, ya lo sé, el amor: la ansiedad y el alivio de oír tu voz, la espera y la memoria, el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías, con sus pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos me cercan, las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo.
                                            Jorge Luis Borges

miércoles, 6 de julio de 2011

La aureola azul


En la roca de esmeraldas que imagina,
el anciano defiende su aureola.
Con diecisiete años, le dijo que era azul
una mujer del norte
y le advirtió que nunca la perdiera.

Vendrán las nubes que ensombrecen
las buenas intenciones
y formas de pensar como naufragios.
Te dejarás caer por levantarte,
te ocultarás por miedo.
El viento dispondrá tus verdaderos gestos
y el paso de los otros tu destino.

No serás lo que creías,
tu rostro mostrará las simas de tu alma,
traducirás tu ruina,
enfangarás tus sueños con tus dudas.
Pero nunca descuides la aureola,
no dejes que se extinga
ni cuentes que fue azul en un poema.

                               Leopoldo Alas Minguez

domingo, 3 de julio de 2011

COMO TÚ


Así es mi vida,
piedra,
como tú. Como tú,
piedra pequeña;
como tú,
piedra ligera;
como tú,
canto que ruedas
por las calzadas
y por las veredas;
como tú,
guijarro humilde de las carreteras;
como tú,
que en días de tormenta
te hundes
en el cieno de la tierra
y luego
centelleas
bajo los cascos
y bajo las ruedas;
como tú, que no has servido
para ser ni piedra
de una lonja,
ni piedra de una audiencia,
ni piedra de un palacio,
ni piedra de una iglesia;
como tú,
piedra aventurera;
como tú,
que tal vez estás hecha
sólo para una honda,
piedra pequeña
y
ligera... 

                                      León Felipe

martes, 14 de junio de 2011



En lo más hondo del bosque,
el pájaro carpintero
y el sonido del hacha.
                               Yosa Buson

sábado, 4 de junio de 2011

SOÑAR CONTIGO




Dejame esta noche soñar contigo,
dejame imaginarme en tus labios los míos,
dejame que te me crea que te vuelvo loca,
dejame que yo sea quien te quite la ropa,

Dejame que mis manos rocen las tuyas,
dejame que te tome por la cintura,
dejame que te espere aunque no vuelvas,
dejame que te deje tenerme pena.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.
Que bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,
que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía.

Dejame presumir de ti un poquito,
que mi piel sea el forro de tu vestido,
dejame que te coma solo con los ojos,
con lo que me provocas, yo me conformo.

Si algún día diera con la manera de hacerte mía,
siempre yo te amaría como si fuera siempre ese día.
Que bonito seria jugarse la vida, probar tu veneno,
que bonito seria arrojar al suelo la copa vacía

Dejame esta noche ... SOÑAR CONTIGO.

miércoles, 1 de junio de 2011




 Cada mañana
¿Donde va pensativa
la primavera? 
                                 Yosa Buson